domingo, 28 de junio de 2015

6: Acorralado.

Sueña que cae en el pozo mas profundo que hay,
en ese extraño lugar azul.
Todos lo miran, siente que se hunde.
¿las cosas nuevas nunca vienen bien? Quizá si.

No lo podemos saber.
Hay que ser buen aprendiz en la vida.
para saber armas tomar, y amar.
Antes que todo amar.

Un conflicto se presenta entre él y su pensar,
porque no sabe que decir, o como.
Era un cobarde, pero eso le bastaba.
Rodillas rasgadas y camisas perfumadas,
dan clases de moral y de verdades disfrazadas.

La evolución hizo su aparición.
El conflicto nos llevó a la introducción.
La idea era que siguiera de largo.
Que pena que si puede ser tres, siempre va a ser dos.

Soy mas de comprender, no tanto de comunicar.
Me quieren para escuchar y callado para opinar.

Se agarró una pierna pero no había tiempo,
aquella promesa lo tiene fichado.
Duele saber la verdad, y mas cuando está a nuestro lado.
Maldita mentira que lo tiene amordazado.
Y pensar que siempre termina así, acorralado.


5: Curioso.

Estoy solo, otra vez.
Arrinconado dentro de mi mismo,
palpando la idea de saltar por el abismo.

Que curioso como todo cambia,
en segundos, instantes, momentos.

Momentos de olvidarlo todo.
Momentos de volar.
Momentos de euforia.
Momentos de viajar.

Cuando nos encontramos, todo está bien.
Pero se va, y estoy solo.
Solo, otra vez.

Buscando quizá ser mas
de lo que alguna vez seré.
Podré quizá arreglarlo,
pero entonces nada sería igual.

Flaca, te quiero a mi lado,
y sin embargo te quiero matar.
Sos difícil y pese a eso,
al final te consigo besar.

No me llena tu compañía,
que antes representaba felicidad.
Sin tus abrazos no moriría,
pero tampoco podría vivir.

Esto ya no me gusta, flaca,
lo que estaba bueno ya no lo es.
Cambiemos de rumbo en la vida,
y quizá nos encontremos otra vez.

Cuando te vea me brillaran los ojos,
a ver si ahora por fin lo entendes.
Que cuando te bese volverá a ser mágico.
Casi como la primera vez.

3: Umbral.

Sueña con que lo persigue un ciervo azul.
Repiquetea la lluvia en el jardín y es así,
como fue hasta el final.
Y es así como murió el infeliz.

Viejos escombros de lo que alguna vez fue todo para el.
Se arrastra y espera seguir su camino.
Sabe que no podrá y cree que pronto terminará.

Espera que desde el otro lado llegue una luz,
y que el futuro venga sin apretar los dientes,
porque aunque rechinen, lo superará.

Cruza el umbral y saluda a la muerte
como a una vieja amiga.
Estuvo a su lado desde que comenzó,
también estuvo ahí cuando terminó.
Sin embargo en un momento se fue.

No podía cargar con la culpa
de acompañar al miedo,
fortaleciendo el ego de la maldad,
y la crueldad no perdona.
Quizá porque es como toda persona.

Su embarcación llegó al final.
quizá tarde de mas.
Y el naufragio fue inevitable,
cuando se ahogó en lo mas profundo de su pensamiento.

Fue difícil salir de ahí para él.
Lo logró, pero a que precio lo pagó.
Si no llegaba al camino se caía en el abismo.

Cuando no había ni vida, ni muerte, ni ella.
Se marchitaba la flor de su delirio,
emanando culpa y traición.


miércoles, 3 de junio de 2015

2: Plagio.

Soy testigo en todo sentido,
pero no fui yo quien cometió el pecado,
y no por eso soy menos culpable.

Lo mismo puede pasar a todos.
Por eso no  jamas debes cometer el
de creer que estás a salvo.

Puedes tomarlo o dejarlo,
pero debes escoger bien que es lo que arrojarás al fuego,
porque sus cenizas te perseguirán.

Tomamos los hechos y los adaptamos a la verdad.
Porque si no me beneficia,
cuál es el asunto?

Quizá tengas razón a pesar de todo.
No puedo ver mas allá de mi mismo,
me convertí en mi peor enemigo.
Aprenderé lo que es saltar del abismo,
sea al final o al principio.

Dicen que el tiempo lo cura todo,
y yo llegué a creerme esa bazofia,
porque mentimos mejor
cuando nos mentimos a nosotros mismos.

Necesito letras de amor empalagosas,
para hacer de mi vida una puta balada.
Y así poder hacer al mundo creer,
que aunque sea mentira estoy perdidamente enamorada.


1: Penas.

Extiende sus alas.
Extiende sus alas y comienza a elevarse.
Se eleva mas allá de su mente, de sus pensamientos.
Sobrepasa la barrera que le genera el sentimiento.

Y sin mas, vuela.
Está volando y le gusta.
La adrenalina corre por sus venas.
Fluye como si fuera sangre cargada de vida.
Cargada de futuro y esperanza.

Y sin darse cuenta comienza a caer.
Cada vez mas rápido, cada vez mas abajo.
Y ahí lo entendió: esa no era su sangre.
Su sangre en realidad lo asustaba.
Su sangre estaba llena de arrepentimiento.

Arrepentimiento y dolor.
Porque carga con sus duras penas.

Penas de un triste marinero,
que vivió alejado de su familia y hogar,
y que se ahogó en el mar
porque estaba ahogado en el remordimiento.

Penas de un camarero,
que irónicamente murió de hambre.
Porque lo único que lo hubiese llenado
sería el beso de aquella rubia cariñosa.

Penas de un profesor,
que pasó su vida enseñando y sin embargo
nunca pudo aprender a ser feliz para si mismo.

Ahora admiraba el mundo desde el suelo,
y por primera vez todo era hermoso.
Con un poco de fuerza levantó las piernas.
Levantó las piernas y comenzó a caminar.

Caminaba mas allá de su mente,
mas allá de sus pensamientos.
Salta aquella barrera que una vez
habían impuesto sus sentimientos.

Y sin mas, corre.
Está corriendo y le gusta.